Fotos de la última acampada
Además recomendamos la web; por currada, por estar al día, por imaginación e inteligencia. También podréis ver en posts anteriores fotografías de la manifestación dle 4 de junio.
Bitácora de la Coordinadora de Asociaciones para la defensa del patrimonio cultural y natural de la Región de Murcia.
En un momento de caída sostenida de las exportaciones murcianas, escasa renovación industrial, pérdida de peso económico de nuestra agricultura y práctico estancamiento de los servicios, la tentación por lo fácil que resulta liquidar el medio físico a precio de saldo ha hecho reaccionar a unas generaciones intermedias que se niegan a suscribir una apuesta que les cercena el futuro al acabar con una tradicional diversificación productiva, mas respetuosa con la identidad murciana, nuestro patrimonio y el medio natural propio. La conclusión es, que va a ser que no.
Los de "La Región de Murcia no se vende" van a luchar contra la acelerada degradación del patrimonio natural/cultural y estar contra la especulación urbanística en la que se basa. Ese punto de encuentro es fruto del descontento detectado en buena parte de la sociedad murciana por un modelo de desarrollo que se trata de imponer desde una legitimidad electoral subvertida ante la presión del "lobby" especulador, que abandona y traslada las plusvalías residuales de agricultura e industria al sector construcción en busca de altas y rápidas rentabilidades, sin mayores compromisos sociales por esta sobreurbanización del espacio físico regional.
A juicio de esta vanguardia social, el proceso en marcha de un nuevo desarrollismo tecnocrático se manifiesta en la masiva proliferación de urbanizaciones, campos de golf asociados, autopistas, puertos deportivos, canteras y toda una serie de infraestructuras, "en su mayoría excesivas e innecesarias", que generan, o van a generar, serios problemas ambientales y sociales, al menos, en Águilas, Alhama, Fuente Álamo, Mazarrón, Torre Pacheco, Cartagena, Murcia, Lorca, Caravaca, La Unión, San Javier, San Pedro, Abarán, Abanilla, Santomera, Cieza y Jumilla.
Entre esos problemas apuntados por "La Región de Murcia no se vende" se sitúa en primer lugar el gran incremento en la demanda de agua potable en un territorio semiárido como consecuencia del aumento de población por encima del 15% tras un crecimiento urbanístico que no baja del 55% en los últimos tres lustros. Un segundo añadido es la ocupación y desprotección del suelo, espacio necesariamente limitado, por un proceso desbocado de construcción, que pretende abarcar grandes extensiones. Eso implica, además, la destrucción y/o desaparición de espacios naturales, y una pérdida de calidad de vida para los murcianos.
Pese a la velada advertencia del consejero de Industria y Medio Ambiente, Francisco Marqués, de que estos grupos funcionan a partir de subvenciones públicas provenientes de los fondos de la Comunidad Autónoma, la coordinadora que agrupa a los treinta colectivos en esta activa resistencia civil denuncia también la pérdida de huertas tradicionales de suelo fértil al sustraerles la disponibilidad natural de agua y condenarlas a su urbanización. Y la degradación de elementos de los patrimonios cultural, histórico y paisajístico, ante la regresiva pretensión política de legalizar aún más este expolio pese a una opinión pública ya muy concienciada."
El Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) de Villanueva, aprobado inicialmente por el equipo de gobierno del Ayuntamiento, tras desatender y despreciar las alegaciones de vecinos, agricultores y asociaciones varias, propone a corto y medio plazo la desaparición de la huerta tradicional de esa localidad, al declarar urbanizable el 90% del suelo agrícola sin reserva alguna de espacio para la agricultura.
El cultivo de la huerta en Villanueva supone el mantenimiento de una tradición ancestral, de más de 2.000 años, lo que ha generado una cultura específica ligada a esa actividad. Las tierras de cultivo de Villanueva son de las más aptas de la región, con especies señeras como el albaricoque, que ahora podría desaparecer. Además, la agricultura ocupa hoy a más del 40% de la población activa de la localidad, por lo que los propietarios que, en virtud del PGMO aprobado, se vean obligados a desprenderse de sus fincas, no sólo pierden un patrimonio, sino también una fuente de producción sin una compensación razonable.
Los cultivos tradicionales, encaramados en las laderas de cerros y montes, o en las proximidades de ríos y ramblas, protagonizan un papel importante en el paisaje al que el Valle de Ricote debe su fama, por lo que sería deseable compatibilizar el turismo con la agricultura, cosa inviable con el PGMO propuesto. Pero el Ayuntamiento de Villanueva parece empeñado en reconvertir a toda costa el espacio ocupado por los cultivos tradicionales en solares para la construcción. Las urbanizaciones previstas de la Morra y Barrio del Carmen son, cada una, mayores que el núcleo histórico de Villanuevay se constituyen en una agresión directa contra los montes, la huerta y el entorno del Río Segura.
Se esgrimen por el ayuntamiento los problemas que atraviesa el sector de la agricultura para justificar este atropello, cuando sería la institución municipal la que debiera encontrar soluciones a la situación agrícola del municipio. Resulta, además, chocante que en el año en que se conmemora el quinto centenario de la cristianización del Valle de Ricote se pretende firmar la condena a muerte de la actividad agrícola de la huerta, razón de ser de este Valle.
Con este titular, La Verdad de Murcia, en su edición de 25 de julio pasado, se hacía eco de las denuncias de agricultores, ecologistas y vecinos de Archena, alarmados por el vertido de tierras y otros materiales de las obras de la Morra en Villanueva a la rambla del Boticario de Archena, donde se llegó a sepultar una palmera.
A su vez, la Agencia Vega Media Press se hacía también eco, unos días antes, de esta noticia. La empresa responsable de esos vertidos llegó incluso a culpar a la empresa del Balneario de Archena de ser la responsable directa cuando, según les constaba a las personas denunciantes, esta empresa de turismo termal estaba respetando escrupulosamente los requisitos medioambientales en las obras que realizaba en ese entorno hotelero.