25.11.05

MANIFIESTO POR LA RECUPERACIÓN DE LA CAÑADA REAL DE TORREAGÜERA Y POR LA RACIONALIDAD Y EL EQUILIBRIO EN EL DESARROLLO URBANÍSTICO DE NUESTRA PEDANÍA




Vecinos y vecinas de Los Garres.

Amigos y amigas.

La Asociación de Vecinos “Cresta del Gallo” de Los Garres ha convocado esta concentración, lúdica y reivindicativa a la vez, para manifestar la necesidad de recuperar ya todos aquellos terrenos públicos que nos pertenecen, así como exigir un desarrollo urbanístico racional y equilibrado en nuestra pedanía y en toda nuestra Región.

Desde Abanilla y Fortuna hasta Águilas y Lorca, desde S. Pedro del Pinatar y S. Javier hasta Caravaca, pasando por pueblos como Alhama o Ricote, surgen a diario asuntos inmobiliarios escandalosos con los que desayunamos un día sí y otro también. De esta manera, se pone de manifiesto la incapacidad de nuestros gobernantes para poner orden y sensatez en el progreso necesario que todos los pueblos esperamos. Unas veces por intereses privados, otras por los intereses políticos e, incluso, por los intereses particulares de los políticos asistimos a la degradación de nuestro entorno.

Son tan grandes los intereses, y tan grande la inoperancia de nuestras Administraciones que hasta los terrenos públicos son absorbidos, cedidos y regalados a empresas urbanísticas, a entidades privadas y a particulares que, sin ningún tipo de pudor se apropian y se aprovechan de los mismos. Evidentemente, estamos hablando, entre otras cosas, de nuestra Cañada Real de Torreagüera. Un terreno público de sólo 23 km. de largo y hasta 75 mt. de ancho, desde El Palmar hasta Zeneta, que está siendo objeto de la rapiña urbanizadora en zonas de La Alberca y que ya ha sido fracturada en muchas otras zonas de su trazado por cultivos, edificaciones particulares y otras construcciones.

Las Cañadas son vías pecuarias por las que, desde la Edad Media hasta mediados del siglo XX, se desplazaba el ganado de una región a otra buscando el buen tiempo y los buenos pastos. La red de cañadas y de veredas, de menos anchura, es muy extensa en toda España y en nuestra Región. Son terrenos públicos de los que nadie puede apropiarse aunque se haya ido olvidando su uso originario.

En la actualidad, y ajustándonos al Convenio entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Comunidad Autónoma de Murcia, de 28 de diciembre de 2004, exigimos que se deslinde y amojone el trazado de la Cañada Real de Torreagüera con la finalidad de reconvertirla en una vía verde, que sirva de unión entre las pedanías de la Cordillera sur (El Palmar, La Alberca, Santo Ángel, Algezares, Los Garres, Beniaján, Torreagüera, Los Ramos y Zeneta). Una vía verde, entre la huerta y el monte, que permita pasear y realizar actividades deportivas a todos los murcianos.

La recuperación de la Cañada Real para nuestra pedanía de Los Garres significa, además, una vía de comunicación por su zona sur que en la actualidad se encuentra cerrada por fincas privadas que han invadido y se han apropiado del espacio de la Cañada Real.

También exigimos la creación de zonas verdes amplias, que no existen en Los Garres, en concreto exigimos un extenso parque en la zona de la rambla en que nos encontramos ahora. Si no se materializa ahora, que todavía es posible, habremos perdido una oportunidad única e histórica de disponer de un parque en el centro mismo del pueblo del que se beneficiarían niños, ancianos, jóvenes y vecinos en general, en el que se podría ubicar el mercadillo de los martes, y en el que se concentrarían las actividades festivas del pueblo.

Creemos que nuestras reivindicaciones no son desmedidas, al contrario, son realistas y alcanzables. Por eso pedimos también que en el desarrollo urbanístico de nuestra pedanía se contemplen los servicios necesario para la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Amigos y amigas, algo tan importante como la pérdida de las señas de identidad de nuestra Región está en juego: nuestra huerta, nuestro campo, nuestro litoral, nuestros espacios naturales, nuestros pueblos, que forman parte de la idiosincrasia de los murcianos y las murcianas, están amenazados hoy por el falso progreso de la especulación urbanística y la desidia política. Y su conservación depende del grado de compromiso activo de los ciudadanos, en definitiva, depende de todos nosotros.

Los Garres, 20 noviembre 2005.